Rolo, el Zorrito y el Secreto de las Hojas de Otoño
En un bosque otoñal donde las hojas pintaban el suelo de rojo, amarillo y naranja, vivía un zorrito llamado Rolo. Rolo era curioso y amable. Le encantaba correr entre los árboles, saltar sobre montones de hojas y jugar con sus amigos: Mina la ardilla, Tico el ratón y Lila la liebre.
El bosque en otoño
El bosque estaba muy bonito en otoño. El aire era fresco y las ramas crujían bajo las patas de los animales. Los troncos huecos servían de escondite y los arbustos estaban llenos de nueces y frutos. Rolo y sus amigos pasaban horas explorando cada rincón.
Una tarde, mientras jugaban a las escondidas, Rolo encontró un montón de hojas que cubría algo brillante. Curioso, apartó las hojas y vio una bellota dorada. Sus ojos se abrieron de sorpresa.
—¡Qué bonita! —dijo Rolo—. Debe ser especial…
El pequeño accidente
Rolo quiso mostrar la bellota a sus amigos, pero al sacarla del suelo, sin querer tropezó y la bellota rodó hasta un tronco hueco. ¡Plaf! Se escuchó un crujido y la bellota desapareció entre las sombras. Al mirar dentro del tronco, Rolo vio que la bellota había quedado atrapada lejos de su alcance.
Justo entonces, Mina, Tico y Lila llegaron corriendo.
—¿Qué pasa, Rolo? —preguntó Mina.
Rolo dudó. No quería que sus amigos pensaran que había perdido algo tan bonito. Se le ocurrió decir:
—Nada, nada. Solo estaba viendo unas hojas.
El misterio de la bellota perdida
Esa noche, Rolo no pudo dormir. Se sentía mal por no decir la verdad. Al día siguiente, sus amigos buscaban la bellota dorada por todo el bosque.
—¡Debe estar aquí cerca! —decía Tico.
—¿No la viste, Rolo? —preguntó Lila.
Rolo sentía un nudo en la panza. Quería contar la verdad, pero le daba miedo que sus amigos se molestaran con él.
El consejo del búho sabio
Mientras caminaba solo, Rolo se encontró con Don Búho, el animal más sabio del bosque. Don Búho notó que Rolo estaba preocupado.
—¿Te pasa algo, pequeño? —preguntó con voz suave.
Rolo le contó lo que había ocurrido y cómo había ocultado la verdad.
—A veces, decir la verdad da miedo, pero ser honesto es lo más importante —le explicó Don Búho—. La amistad crece con la confianza, y la confianza nace de la verdad.
Rolo escuchó con atención. Decidió que debía contar todo a sus amigos.
Rolo dice la verdad
Al día siguiente, Rolo reunió a Mina, Tico y Lila bajo el viejo roble.
—Quiero contarles algo —dijo, un poco nervioso—. Ayer encontré la bellota dorada, pero se me cayó en el tronco hueco y no pude recuperarla. No les dije la verdad porque tenía miedo de que se enojaran.
Sus amigos se miraron sorprendidos, pero luego sonrieron.
—Gracias por decirnos la verdad, Rolo —dijo Mina.
—Eso es lo que hacen los buenos amigos —añadió Tico.
—Y ahora, ¡vamos a buscar la bellota juntos! —exclamó Lila.
El rescate de la bellota
Juntos, fueron al tronco hueco. Tico, que era el más pequeño, se metió y pudo alcanzar la bellota dorada. Todos celebraron y Rolo se sintió mucho mejor. Había aprendido que la honestidad es más valiosa que cualquier objeto brillante.
Una gran lección
Esa tarde, los amigos hicieron una corona con la bellota dorada y hojas de colores. Se la pusieron a Rolo y lo nombraron "El Zorrito Honesto". Don Búho los observó desde su rama, contento de ver cómo Rolo había aprendido una gran lección.
Un bosque lleno de confianza
Desde ese día, en el bosque otoñal, todos los animales sabían que podían confiar en Rolo. Él siempre decía la verdad, aunque a veces le costara un poco. Sus amigos lo querían aún más por su sinceridad y juntos vivieron muchas aventuras entre hojas y troncos.
Moraleja:
La honestidad y decir siempre la verdad hacen que la amistad sea más fuerte y el corazón más feliz.