Rana Rita y el Gran Salto en el Estanque Brillante

Rana Rita y el Gran Salto en el Estanque Brillante

Rana Rita y el Gran Salto en el Estanque Brillante

Había una vez una rana saltarina y muy amistosa llamada Rita. Rita vivía en un estanque brillante, escondido entre altos juncos y rodeado de flores acuáticas de muchos colores. El agua era tan clara que se podían ver los pececitos nadando y las libélulas bailando sobre la superficie. Alrededor del estanque, había muchas piedras resbaladizas donde las ranas solían saltar y jugar.

Rita amaba su hogar. Le gustaba brincar de una piedra a otra, sentir el agua fresca en sus patitas y escuchar el canto de los grillos por la noche. Pero, lo que más le gustaba era hacer nuevos amigos.

Un día soleado, Rita decidió organizar una carrera de saltos por todo el estanque. Invitó a sus amigos: la tortuga Tomás, la libélula Lina y el pez Pablo. Todos estaban muy emocionados.

—¡Será muy divertido! —dijo Rita con una gran sonrisa—. ¡Quien llegue primero a la piedra más grande gana una corona de nenúfar!

Pero había un problema. La piedra más grande estaba al otro lado del estanque, y para llegar allí, había que cruzar muchas piedras resbaladizas y pasar entre las flores acuáticas.

El inicio de la carrera

Rita dio el salto de salida y todos comenzaron a brincar, nadar o volar. Tomás, la tortuga, iba despacio pero seguro. Lina, la libélula, volaba rápido sobre el agua, mientras Pablo nadaba haciendo burbujas. Rita saltaba de piedra en piedra, a veces resbalando pero siempre riendo.

De pronto, Rita escuchó un pequeño llanto. Miró hacia atrás y vio que la tortuga Tomás había quedado atrapada entre dos piedras.

—¡Ayuda! ¡No puedo salir! —gritaba Tomás, moviendo sus patitas.

Rita se detuvo. Sabía que, si ayudaba a Tomás, perdería tiempo en la carrera. Pero también sabía que nadie debía quedarse atrás.

—¡Voy, Tomás! —respondió Rita.

Saltó hasta donde estaba su amigo y, con mucho cuidado, empujó la piedra más pequeña. Pablo también nadó hasta allí y entre los dos lograron liberar a Tomás.

—¡Gracias, amigos! —dijo Tomás, feliz.

La sorpresa de Lina

Mientras tanto, Lina, la libélula, volaba tan rápido que no vio una gran flor acuática frente a ella. ¡Pum! Chocó y cayó al agua. Sus alas estaban mojadas y no podía volar.

—¡Oh, no! ¡No puedo moverme! —lloró Lina.

Rita, Tomás y Pablo escucharon el grito de Lina y corrieron (o nadaron) hasta ella. Rita se subió a una hoja grande y acercó a Lina. Pablo sopló burbujas para animarla y Tomás le prestó su caparazón para que descansara y se secara al sol.

Poco a poco, las alas de Lina se secaron y pudo volar de nuevo.

—¡Muchísimas gracias! —exclamó Lina—. ¡Son los mejores amigos del estanque!

El gran salto final

Ahora los cuatro amigos estaban juntos de nuevo. Todos querían llegar a la piedra más grande, pero se dieron cuenta de que habían perdido mucho tiempo ayudándose.

—Creo que ya no ganaremos la carrera —suspiró Pablo.

—Pero hemos ayudado a nuestros amigos —respondió Rita—. ¡Eso es más importante!

De repente, vieron que la piedra más grande estaba rodeada de nenúfares gigantes. Para llegar, debían saltar todos juntos y formar una fila. Rita tuvo una idea.

—¡Si saltamos y nos ayudamos entre todos, podremos llegar!

Tomás se subió a una piedra baja. Rita saltó y le dio la pata a Tomás. Pablo nadó y empujó a Rita desde abajo. Lina voló y animó a todos con sus palabras. Juntos, con mucho esfuerzo, lograron llegar a la piedra más grande.

Cuando llegaron, el sol brilló más fuerte sobre el estanque. Un arcoíris apareció y, sobre la piedra, encontraron una corona de nenúfar para cada uno.

—¡Lo logramos juntos! —dijo Rita, feliz.

—¡La cooperación nos hace más fuertes! —añadió Tomás.

—¡Y hace todo más divertido! —dijo Lina, batiendo sus alas.

—¡Sí! —exclamó Pablo—. ¡Ayudarnos es lo mejor!

Desde ese día, los amigos del estanque brillante siempre se ayudaban en todo. Aprendieron que, aunque uno pueda ir más rápido solo, juntos llegan más lejos y la aventura es mucho más divertida.

Moraleja

La cooperación y la ayuda mutua hacen que todos puedan lograr grandes cosas y disfrutar más de la amistad.

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